El merenguetón llegó para quedarse



Alleh y Yorghaki llenaron de energía la Sala Mon, el pasado martes, 25 de marzo. La gira de este dúo dinámico habría empezado con muy buen pie en Barcelona, pero no dejó de sorprender a aquellos que pudieron asistir a alguna de las dos fechas en Madrid, tras el increíble sold out.

El conocido par de amigos venezolanos había creado ya un fenómeno en las redes sociales, ganado discos de platino y explotaron por completo la sala, dándole al público mucho más de lo que ya esperaba encontrar. Cabe destacar, además, que hubo fans que llevaban esperando fuera desde el mediodía, aunque la gran mayoría empezó a llegar pasadas las 17:00, formando fila. La apertura de puertas en la Sala Mon fue a las 20:00, más puntual que lo que fue el inicio del concierto en sí, previsto para las 21:00 pero que no empezó sino veinte minutos después.

Una sala repleta de fans, tanto en pista como en el ala superior, y con mucho movimiento por parte de la organización, mientras el público se preguntaba el motivo de esto. No fue sino hasta poco antes de las 21:20 que se formó un cordón por parte del cuerpo de seguridad, dándole paso a los artistas, que terminaron llegando a la tarima en un abrir y cerrar de ojos.

Arrancaron de manera muy especial, con un invitado sorpresa, cargados de buena vibra, al son de “La ciudad”. Alleh, Yorghaki y Gus, colaborador de este mismo éxito que da nombre al álbum.

El concierto se dividió en cuatro partes, todo un acierto por parte de los artistas, dándole la oportunidad al público de cantar todas las canciones en un orden bien estructurado, y con la letra de cada una de estas, en la pantalla del propio escenario. Estuvieron presentes grandes éxitos, por supuesto, como “Capaz”, “El ingeniero” o “Una noche”, y también otros temas donde pudimos seguir disfrutando de la voz de Alleh, como “Eros” o “Tranqui, te puedes enamorar”.

El público, en un constante frenesí, y entregado al cien por cien en cada una de las actuaciones.

Finaliza el evento, y confirmamos que estos artistas no son simple tendencia, sino una mezcla de ritmos estudiados al milímetro para el disfrute de todos, un dúo carismático, lleno de complicidad y dispuesto a enloquecer el mundo con este sonido pegajoso que llegó para quedarse.