Un piano, una mesa de DJ y una escenografía de cuento esperaban a Belén Aguilera sobre el escenario de Live Las Ventas la noche del 17 de noviembre. Abre la primera fecha de su tour METANOIA en la capital con un nuevo sold out. 

La joven gallega Dani Dicostas inauguró el concierto como telonera de Aguilera con treinta minutos de puro pop. Pronto llegó el turno de Belén. Alrededor de tres mil personas contenían el aliento. Los focos se encendieron al son de las primeras estrofas de Lolita, próxima canción de la artista que ya pudimos escuchar en el estreno del tour en Barcelona el pasado 5 de noviembre. Tras un año abarrotado por el cierre de la gira de SUPERPOP y su nombre iluminando los escenarios de festivales de la talla del Arenal Sound o el Starlite de Marbella, la artista sorprendió con el anuncio de este nuevo tour entre Madrid y Barcelona. Repasa su último EP METANOIA, presentado el 30 de junio con siete canciones muy personales que pronto se convirtieron en los mejores debuts de su trayectoria en las plataformas de streaming. Nueva estética, nuevos visuales y nuevas canciones, pero Aguilera no deja de lado los temas que la acompañaron en su camino al éxito. 

Entre los hits más explosivos, como Licántropo o Tirita, el tono emotivo no tardó en llegar de la mano de Camuflo. La multitud corea al unísono cada palabra de la letra ante una Belén emocionada que no es capaz de contener las lágrimas. Se trata del concierto más grande que ha dado la artista hasta la fecha. Alternó éxitos más actuales, como Oficialmente o Pas con temas pasados como Inteligencia emocional o T’estimo. Con Vértigo demuestra una vez más un derroche vocal que logra conmover a más de una persona de la audiencia y deja claro que la catalana tiene talento para lo que se proponga. Los coros del público opacan Copiloto y Antagonista, dos de las imprescindibles de la noche. El entusiasmo de los espectadores se hizo aún mayor cuando la cantante Samuraï visitó Las Ventas para acompañar a Aguilera en De charco en charco, colaboración que cuenta con más de cinco millones de reproducciones en Spotify.

El concierto se desarrolló entre los instrumentos de cuerda y ese sonido electrónico que la ha encajado entre la crítica dentro del género de hyperpop español. El piano y el chelo se unen a las tres coristas en Cristal, mientras que el teclado y la mesa de mezclas de Ruptura DJ protagonizan Nadie me ha preguntado o la interpretación de la cantante de Punto de partida, de Rocío Jurado.

Con las palabras “Siento que [la música] me salva muchas veces”, Belén da paso a los temas más íntimos de su EP, que hablan de una sensación de pérdida de identidad, de no reconocerse en el espejo, no saber qué hacer a continuación. Galgo fue la elegida para finalizar tras una hora y cuarto repleta de contrastes y emociones. Cierra así un nuevo concierto de Belén Aguilera que confirma, una vez más, que aquella chica que comenzó subiendo covers a Instagram ha llegado para pisar alto en el panorama del pop español. El concierto concluye con la sensación de que todavía nos queda mucho por ver de la catalana. En sus propias palabras: “Siento que soy buenísima haciendo lo que hago”.