Andrés Suárez es cantautor, guitarrista, músico y poeta, pero sobre todo, es un artista entregado y agradecido. Y así lo vio el público del WiZink Center de Madrid el pasado 11 de mayo, con el que arrancaba la gira de su último álbum, ‘Viaje de ida y vuelta’. Un concierto de poco más de dos horas, tiempo para recordar los inicios del artista, volver a sus comienzos y descubrir sus últimos trabajos.

Antes de ser cualquier cosa, Andrés Suárez es ferrolano, y eso lo tiene claro. Por ello, empezó el concierto con ‘Herbeira’, su tierra que lo vio crecer y volar, porque: “tan cerca del cielo como estoy hoy, deja que te diga Madrid que estáis cumpliendo el sueño de un gallego de Ferrol”.

“Si alguien se acuerda de esta canción, que no la cante, que la grite”, le pedía a su público Andrés Suárez antes de cantar ‘Números cardinales’. Después de toda esta energía, se sentaba al piano para recordar su trayectoria musical y sus no tan buenos momentos: “Hoy se llena el WiZink, pero me debo a esa gente”. Y casi como un regalo de agradecimiento, cantó ‘Voy a volver a quererte’, tan flojito y tan bonito que el público se quedó en silencio escuchando cómo este poeta les susurraba al oído.

Una de las sorpresas más especiales vino acompañada de una mención especial a los maestros de la historia de la música de España. Con ello, gritos y aplausos inundaron el WiZink para ovacionar como a uno de los más grandes a Víctor Manuel, con quien cantó ‘Rosa y Manuel’, nombre dedicado a los abuelos del gallego para hablar de la nostalgia y los recuerdos a través de una de las enfermedades más crueles: el Alzheimer. Pero los homenajes no iban a ser solo para ellos, y es que se nota el cariño y amor que el cantante tiene hacia su familia, porque no quiso dejar fuera a sus padres con ‘Teresa y Andrés’, un tema dedicado a su historia de amor.

Tampoco le faltó tiempo para recordar que se nos pueden olvidar algunas cosas fácilmente, y lo cortos que fueron los homenajes a los sanitarios durante la pandemia como preludio de ‘Pienso en ti’, o lo invisibilizadas que están algunas historias, como la de Almudena, una mujer que convive con el Parkinson, y a quien Andrés Suárez le dedica ‘Valientes’.

Y como a Andrés Suárez solo le salen palabras bonitas, sean para quien sean, también quiso hacer mención a todas aquellas personas que son más de decir lo feo y malo a través de una pantalla, porque ‘Por no decir tu nombre’ es una canción de paz, pero también de guerra.

Las más de veinte canciones que el gallego cantó durante el concierto fueron llenando la sala de furor y éxtasis del público, que se desencadenó en su despedida con ‘No saben de ti’, su canción de amor personal a Madrid, y ‘Será’, con la que pedía “¡Que se caiga el Wizink, Madrid, que se caiga!”, en un arrebato de emoción y euforia contagiosas.

El concierto de Andrés Suárez fue como una pausa en su camino que hace un trovador para contarte todas las historias que ha vivido, y que ahora quiere compartir con todos aquellos que quieran escucharlo. Con la guitarra en mano y el pelo al viento, Andrés Suárez se ha convertido en uno de los cantautores con más personalidad del panorama musical español, y todo gracias a su forma de cantar los poemas que construyen sus canciones.