Reportera: Miriam Méndez Gómez
Fotografía: Esther Vázquez
Vídeo: Ester Lozano
Arde Bogotá: “Hemos creado un disco que suena a lo que nosotros comprendemos como una banda de rock hoy en día, en el siglo XXI”
Despacito y buena letra. En Proverbios y Cantares (1912), Antonio Machado dejó claro que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas.
La trayectoria de Arde Bogotá podría encajar a la perfección con esta famosa frase del poeta español, si no fuera porque su ascenso al éxito ha sido meteórico. Y, más que buenas, sus letras son auténticos himnos generacionales.
En tan solo dos años, Toni (voz y guitarra), Dani (guitarra), Jota (batería), y Pepe (bajo), han irrumpido en la escena musical nacional como un clavo ardiendo, con una propuesta fresca e innovadora: un nuevo rock con influencias contemporáneas, distorsionado, rebelde, alejado de la fórmula del rock español clásico y con ingredientes novedosos.
Sus rompedores solos de guitarra eléctrica, las letras que tratan problemas a pie de calle, del día a día, y la voz rasgada de su líder, explican el ascenso sin precedentes de Arde Bogotá, que, si bien se puso en el centro de mira tras publicar su primer EP El tiempo y la actitud (2020), terminó por afianzar su legado con su primer álbum de estudio La noche (2021).
Ahora, la banda presenta una nueva apuesta sonora para los meses que están por venir. Cowboys de la A3 (2023), contiene doce canciones donde el rock es el principal hilo conductor que articula el discurso, y que cuenta con un eje temático común y conceptual.
Doce joyas que colocan a sus creadores en una posición privilegiada, como una promesa del rock en España, y tenemos la suerte de charlar con ellos.
Cowboys de la A3 (2023), sale el viernes 12 de mayo. En el caso de La Noche (2021), todos los temas están ordenados en un sentido lógico y se entienden muy bien como capítulos de una historia. ¿Ocurre esto también con las doce canciones que compondrán vuestro nuevo trabajo discográfico?
Toni: Más que una historia, en esta ocasión es una temática. Hemos hecho un disco sobre viajes. Concretamente, sobre distintos viajes que hemos realizado a lo largo de este tiempo y aventuras diferentes que hemos tenido que vivir en la carretera, de camino a diversos lugares donde hemos tocado. Cowboys de la A3 no tiene un hilo narrativo como tuvo La Noche, pero sí que hay un hilo temático común conceptual alrededor del impacto.
Cuando habláis de las diversas situaciones y aventuras de las que habéis sido protagonistas en este año, ¿a qué os referís exactamente?
Toni: Este disco lo hemos grabado mientras hacíamos la gira del álbum anterior. Concretamente, llegamos a hacer 86 conciertos donde presentamos La Noche, de manera que, todo lo que nos pasó el año pasado, nos ocurrió de camino a una ciudad determinada donde íbamos a actuar. Es decir, todo el tiempo estábamos en la parada antes de ir al siguiente sitio.
Por este motivo, empezamos a hacer canciones y, enseguida, surgió el tema Cowboys de la A3, que bautiza nuestro segundo álbum de estudio. Esta canción habla directamente de lo que nos estaba ocurriendo, de que estábamos todo el tiempo viajando.
Hablando de Cowboys de la A3 (2023), este tema juega con distintos niveles de intensidad y utiliza una metáfora que evoluciona desde un planteamiento nostálgico, sostenido por la guitarra acústica, hasta un grito épico en el final, arropado por un cuarteto de cuerdas. ¿Se podría decir que Arde Bogotá tiene un nuevo eje sonoro?
Dani: Muy buena pregunta. Nuevo como tal no, pero sí que nos adentramos un poco más en sonidos que, quizás, ya se venían aventurando en La Noche, el disco anterior. Aunque no son nuevas composiciones, en el sentido de algo radicalmente distinto, Arde Bogotá ha dado un paso más allá y ha creado un eje sonoro más rockero, tanto para más caña como para menos.
¿Por qué habéis elegido esta línea más rockera para Cowboys de la A3 (2023)?
Dani: Considero que nos ha salido solo. Los 86 conciertos que realizamos en nuestra última gira fueron muy bien y esto nos confirmó que, verdaderamente, podíamos aventurarnos a ir un paso más allá de nuestro propio rock. Aunque La Noche es un disco de rock, Cowboys de la A3 es aún más rockero que el anterior.
En vuestras letras hay una característica muy interesante: es muy sencillo sentirse identificado con ellas. Muchos de vuestros temas abordan problemas a pie de calle y situaciones que viven bastantes personas de vuestra generación. ¿Por qué surge esta necesidad de hablar de ello?
Toni: Tenemos una obsesión por ser, quizás, excesivamente honestos en lo que hacemos y, en el aspecto sonoro, es muy evidente. Si queremos ser una banda de rock, que es precisamente lo que somos, teníamos que hacer un disco así. Y en lo temático, en el caso de las letras, se da esta misma situación.
Es decir, hablamos de las cosas que nos pasan y que verdaderamente nos importan. No nos vamos a mundos extraños e inventados. Creo que es lógico y normal que tratemos problemas a pie de calle y situaciones que se dan en el día a día, porque, al fin y al cabo, somos chavales normales y nos pasan cosas normales, aunque tenemos un trabajo un poco más anormal.
Precisamente, en nuestras canciones tratamos mucho este tipo de conflicto, en particular, lo que supone para una persona de nuestra edad trabajar y vivir en un campo profesional como es el de la industria de la música.
Es perfectamente comprensible. Al fin y al cabo, en los años posteriores a la pandemia, tomáis la decisión de volcaros profesionalmente en la música. Sin embargo, nadie te enseña a ser un músico de gira. Por lo tanto, ¿cómo está siendo el proceso de aprendizaje? ¿Consideráis que es un trabajo exigente?
Jota: Efectivamente, después de la pandemia tuvimos suerte porque pudimos seguir sacando temas y hacer conciertos en formato pos-COVID-19, poco a poco. No obstante, con el paso del tiempo, hemos aumentado, paulatinamente, nuestra fama.
Ha estado muy bien porque hemos ido poco a poco sumando conciertos hasta hacer una gira de 86 bolos. Por supuesto, hemos dejado trabajos y hemos tenido que aprender a convivir con este nuevo estilo de vida. Es una lección que se aprende a base de ensayo y error.
A base de echar de menos, de tocar, de pasártelo bien, de tener rifirrafes con tus compañeros, de volver a reconciliarte con la familia (esto ocurre mucho en la furgoneta, de camino a los conciertos) y todo lo que pasa alrededor. Pienso que, finalmente, hemos conseguido aprender y, sobre todo, disfrutar más todavía nuestro trabajo y echar más de menos esas cositas pequeñas que antes no valorábamos tanto.
¿Qué ‘cositas pequeñas’ echáis de menos en vuestra actual vida como músicos de gira?
Jota: Pues mira, el hecho de llegar a casa y sentarte en el sofá, comerte una pizza del Mercadona y ponerte Netflix es gloria bendita ahora (risas).
Toni: Sí, es exactamente así. Tal y como lo dice Jota. Muchas veces no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes (risas).
Pepe: En mi caso, aunque el ámbito de la industria musical me proporciona innumerables ventajas, siendo la principal poder dedicarme profesionalmente a mi pasión, hay muchos aspectos que extraño de mi vida anterior. Especialmente, la tranquilidad de saber que estoy en un sitio tranquilo, con gente tranquila, haciendo cosas tranquilas.
Comentábamos antes que vuestros sencillos son canciones generacionales. Habéis actualizado el género y cantáis de cosas con las que es fácil sentirse identificado, con temas y lenguaje de mucha actualidad. ¿Dónde creéis que se situarán estas canciones cuando pasen los años?
Jota: Ojalá pudiéramos destinar nuestras canciones desde este mismo momento. No lo sé. Últimamente, nos dicen con frecuencia que muchos padres ponen nuestros temas a sus hijos en el coche. Esto me recuerda a cuando mis padres me ponían en viajes algunos discos o algunas canciones de sus artistas y grupos favoritos, y me hace mucha ilusión pensar que, en un futuro, esos chavales van a crecer acompañados de las canciones de Arde Bogotá.
Me encanta imaginar que los temas de la banda van a ser canciones que marquen la infancia de muchos niños y niñas. Creo que esto es algo fundamental que ocurre cuando echas la vista atrás. Por ejemplo, a mí me pasa con La Oreja de Van Gogh.
La verdad es que esto sería increíble, pero se lo dejamos al destino. Él decide.
Al fin y al cabo, cada uno de vosotros viene de lugares muy diferentes a nivel musical. Por ejemplo, aunque Pepe viene de tocar en grupos de rock y metal, anteriormente se desenvolvió en el mundo del hip hop e, incluso, hacía batallas de gallos.
Por su parte, a pesar de que Toni ha estado siempre navegando entre el rock y el heavy metal, poco a poco se fue metiendo en el fulk. Y Dani, en cambio, siempre se ha decantado por la escena indie nacional e internacional.
Sin embargo, juntos, siendo fieles a vuestros gustos musicales, habéis creado un estilo que se aleja de lo que, hasta ahora, se había llamado rock en este país. Habéis fusionado lo comercial con lo indie, dando lugar a un nuevo rock en español con influencias contemporáneas. ¿Es esta la nueva fórmula del rock?
Dani: Es muy buena pregunta. Estoy seguro de que sí. En realidad, lo que nosotros rechazamos del género rock, o de lo que se ha denominado rock habitualmente, es la caspa: que suene a cerrado y a antiguo. Yo lo digo muchas veces (risas), ya que considero que es de eso de lo que hay que huir. Hace mucho tiempo que los géneros rompieron las fronteras y resulta interesante empaparse de estilos y sonidos diferentes.
No obstante, creo que la realidad es que no hemos conseguido alcanzar este nuevo rock. Y, aunque nunca lo lograremos, considero que siempre hay que estar en el camino de alcanzar este objetivo. Por ello, la respuesta tiene que ser que sí lo hemos conseguido, porque dimos muchas vueltas para encontrar un sonido propio y para averiguar realmente qué queríamos sonar y qué queríamos ser.
Ahora hemos creado un disco que suena a lo que nosotros proponemos o comprendemos como una banda de rock hoy en día, en el siglo XXI, en el año 2023, haciendo una canción sobre el pasado, sobre el amor, sobre la muerte o sobre la vida. Creemos que tiene que sonar así y sentimos que esa era la propuesta.
La realidad es que, cuando saquemos el próximo disco, dentro de 15 años (risas), escucharemos Cowboys de la A3 (2023) y pensaremos que había cosas que cambiar y que podría haber sido diferente. No obstante, hoy, con el nuevo álbum recién estrenado, considero que sí, que este era el objetivo. Está sonando así.
Tal y como contabais al comienzo de la entrevista, con un solo álbum de estudio publicado, Arde Bogotá realizó una gira de más de 85 fechas recorriendo festivales y salas de todo el país, colgando a su vez el cartel de sold out en varias ciudades como Madrid o Barcelona.
El hecho de que hablen de vosotros como gran esperanza o promesa del rock en este país y cosas por el estilo, ¿cansa, ilusiona, da responsabilidad…?, ¿qué pensáis cada vez que leéis o escucháis afirmaciones así?
Dani: Escuchar este tipo de comentarios positivos es para nosotros un orgullo. Es energía. Es gasolina en el tanque de la furgoneta. Sin embargo, al mismo tiempo, es algo que intentamos mantener al margen porque hay que tomárselo con relatividad y comprender que, verdaderamente, uno no es esperanza ni bandera de nada. Al fin y al cabo, cada uno de nosotros somos cuatro chavales de Cartagena, que forman parte de una banda, que hacen las canciones que les gustan y que tienen la suerte de lograr que su música llegue lejos.
Jota: Yo quiero añadir que, desde el primer día en que nos juntamos, que no teníamos ni puta idea de lo que iba a salir, nos marcamos un objetivo claro: no ponernos límites y llegar hasta donde la banda pudiera. Es decir, nosotros le íbamos a dar al grupo lo que este necesitaba para llegar lejos.
Creo que, a veces, la gente te pone un objetivo, pero nosotros no podemos adueñarnos de esto, ya que seguimos siendo dueños de nuestro propio objeto. Por lo tanto, el fin que los demás tengan para nosotros, no puede cambiar, de ninguna manera, la dirección del grupo. Igual que no influyen en la composición, no está influyendo en el camino que sigue la propia banda, porque si no, quizás, hubiéramos hecho un disco de pop, que, a lo mejor, es lo que lo que más se pide hoy en día. Pero hemos hecho nuestro propio estilo de rock y estamos muy orgullosos de ello.
No te pierdas cómo fue la presentación de su nuevo disco: Cowboys de la A3. ¡Echa un vistazo a nuestro aftermovie!