Redacción y fotografías: Sol Torres
El Festival Maudes Hymn of Myranda: Un encuentro mágico entre la música tecno y la leyenda de un pueblo olvidado.
El viernes 30 y el sábado 1 de julio se consagró por tercera vez el festival Maudes Hymn of Myranda. ¿Pero de qué trata este evento? ¿Qué es Myranda? Así le llaman a la leyenda de un pueblo deshabitado en 1823, donde sus habitantes se dedicaban a crear himnos por encargo para todos los pueblos de la comarca. La fábrica que creaba los himnos eventualmente dejó de funcionar y el pueblo perdió su actividad. Así es como este fin de semana el pueblo y la fábrica cobran vida gracias a los artistas que siguen creando y sintonizando himnos y cultos con la música tecno.
El sábado 1 de julio, un día de calor, la gente caminaba ansiosa y sonriente hacia los recintos de IFEMA, donde podías encontrarte con un gran predio compuesto por diferentes áreas, donde podías ver puntos para comer, beber, comprar vapo o incluso descansar.
El acceso es dinámico y rápido, simplemente mostrando tu QR te brindan una cinta y un pase, una vez avanzados los controles te dan un abanico rojo, plegable, para que puedas usarlo cuando desees y sea sencillo guardarlo. Luego te encuentras con carpas y obras de arte, cuadros y piezas intervenidas previas a la pista de baile que se encontraba al aire libre.
El escenario era una gran puesta impactante de colores con diseño futurista industrial y centrada en los artistas. Por encima se encontraba una gran cabeza de colores. Toda la pista de baile se encontraba rodeada por una barra donde podías comprar para beber, y fuera de esos límites, diferentes carritos de comida como pizza, panchos, hamburguesas, incluso podrías solicitar opciones sin gluten. ¿Y quiénes fueron los protagonistas de la fecha? Monolink fue uno de los primeros en presentarse, siendo de día realizó un show tocando la guitarra y pinchando al mismo tiempo, muy agradecido por la alegría de la gente, dio espacio a la siguiente DJ, Chelina Manuhutu, que muy empoderada hizo que todos bailaran a su ritmo junto al atardecer. Luego pinchó el famoso Paul Kalkbrenner, protagonista de su documental Calling Berlin. La peña muy inquieta y contenta bailaba y se asombraba del show de luces y las gráficas que figuraban en la gran pantalla detrás del DJ. Y por último, se presentó Joris Voorn, dando un cierre a la noche increíble en IFEMA. A las 2:30 de la mañana se dio por finalizado el evento, la salida igual de sencilla que la entrada, haciendo que el evento sea muy ameno para fanáticos y gente nueva en el mundo del tecno.