La cantante estadounidense Melanie Martínez arrasó con todo el WiZink Center este pasado lunes 7 de octubre. La artista presentó una historia en tres partes, resumiendo de forma perfecta toda su carrera y toda la historia del personaje de Crybaby
a través de sus canciones más memorables, como si de un musical de Broadway se tratase.
Una ligera sintonía de cuna dio inicio el show. Este inicio representó el nacimiento de su famosa protagonista. Poco a poco comenzaron a entrar los bailarines disfrazados de espeluznantes conejos y esa sintonía se convirtió en una melodía con un tono más diabólico, con sintetizadores más distorsionados y golpes de batería, acompañada de un gran juego de luces que crearon una gran ilusión óptica. Bajo todo este espectáculo visual aparecería Melanie Martínez, vestida bajo su personaje identificativo, para presentar a la protagonista de esta historia y la que da título a la canción que abre el show Crybaby.
La primera era estuvo marcada por esa escenografía y carácter infantil que tiene su primer álbum, con una estética de casa de muñecas. Esta primera parte del concierto contó con un gran trabajo escenográfico y una destacable caracterización de los personajes. Desde una gran plataforma que sostendría a Melanie durante algunas de las canciones, un propio tiovivo con forma de conejo para la representación de la canción Carousel
o grandes coreografías por parte de bailarines.
En el espectáculo se celebró incluso el cumpleaños de Crybaby. Durante la canción Pity party,
el escenario se llenó de velas y una montaña de globos de color rosa cayeron sobre el público. Este primer tramo del concierto nos presentó esa infancia de la protagonista, en un lugar aparentemente dulce pero lleno de fracturas, explorando temas como la agresión sexual o los problemas familiares. La primera parte del espectáculo finalizó con una eufórica representación Mad hatter
que trata temas como la locura, la rareza y la autenticidad, adelantando un poco lo que sería la segunda era.
Con unos visuales del aterrizaje del autobús en las puertas del internado K-12
daba comienzo la segunda parte del concierto con la canción Wheel son a bus. Esta segunda parte está basada en el segundo álbum de estudio de Melanie k-12, donde Crybaby
es inscrita en este internado. Tanto Melanie como todos los bailarines y los cambios de vestuario funcionaron de manera perfecta para hacer de cada era una experiencia inmersiva y conseguir que el público se metiese por completo en la historia.
Sería en una de las transiciones entre las canciones de esta parte que Melanie haría uso de su valor como figura pública para denunciar el genocidio que se está llevando a cabo en Palestina, proyectando una serie de mensajes como “Free Palestine”, “End the genocide”
o “Fuck Colonization”.
A esto le seguirían unas increíbles interpretaciones de las canciones Show & Tell
y Nurse's Office. En la primera, bajo unas cintas, la artista actuaría como si de una marioneta se tratase. Por otra parte, la segunda contó con una de las mejores interpretaciones y escenografías de la noche. La intérprete apareció en una camilla de hospital mientras las bailarinas disfrazadas de enfermeras giraban la camilla por todo el escenario.
Esta era no podía acabar de otra forma que con High School Sweethearts. Tras una gran interpretación enérgica que mantuvo a todo el público exhausto y lleno de energía, llegaría la muerte. Cupido dispararía una flecha en el corazón de Crybaby, que se desplomaría sin vida en el suelo y abandonaría el escenario a través de una plantilla para adentrarnos en la última era.
“I´m back from the death”, no había mejor forma de dar comienzo a esta última era que con la canción Death. Unos globos hinchables con forma de tumba se inflarían mientras los visuales nos adentraban en el cementerio donde estas se encuentran. No solo se mostró la tumba de la protagonista sino también la de algunos de sus amigos dentro del internado k-12, lo que da a entender que todos murieron de forma similar. De la gran plataforma saldría Melanie cubierta tras su máscara de Portals
para dar comienzo a esta tercera era. La escenografía de esta estaría marcada por elementos relacionados tanto con la naturaleza como con la fantasía desde dragones, espadas, setas o grandes prados verdes.
Este tramo final no se quedaría corto ante los anteriores, desde Light Shower
que conmovió a todos los espectadores y cubrió todo el WiZink Center de linternas hasta otras como Battle of the Larynx
o Evil, no solo marcadas por una gran energía y pasión, sino con un espectáculo visual con fuego. Melanie hizo arder el Wizink y no solo hablando sobre los efectos especiales, su carisma consiguió hacer que todos los miembros del público disfrutasen por completo del espectáculo y de toda la historia.
Para finalizar WOMB
nos presentó el renacer del personaje y el final de esta historia, un gran final para una de las trilogías más interesantes de los últimos años. Tras terminar el concierto, Melanie dio las gracias todos los asistentes y les pidió que gritasen junto a ella la frase “Free Palestine”, dejando en claro una vez más su posición dentro de este importante acontecimiento que está sucediendo hoy en día en el mundo.