El pasado viernes lo dejamos en las manos de Paula y Adriana, también conocidas desde hace poco más de un año como Pipiolas. 

Entre un público eufórico, disfraces varios aprovechando las fechas y una variedad de edades bastante distócica, encontramos la sala paqui comenzando a llenarse bajo la música del dj y productor Vau Boy. 

Al más puro estilo coquette que tan de moda tenemos ahora, nuestras protagonistas aparecen tras un corazón gigante para dar uno de los mejores conciertos del género pop que podemos ver ahora mismo en el panorama nacional: amigos sobre el escenario acompañando a las canciones, bailes divertidos, coreografías perfectamente coordinadas entre las dos cantantes…

no falta detalle en todo el concierto (ni lazos rosas, que podemos ver hasta en el mástil del bajo o incluso la cerveza de Adriana).

El club de los 27, Todas las horas, Narciso, No hay un Dios, Baby (junto a sus amigas, las babys), Romancero propio…. no falta canción de su discografía en las casi dos horas de concierto. Ni de su discografía ni de otras, porque cuando menos te lo esperas tienes a Adriana frente al clásico fondo de la película High School Musical cantando Breaking Free mientras Paula aparece (tal y como lo hizo Gabriela en la película) en la parte alta de la sala, a espaldas del público iluminada por un foco.

Entre la emoción de tener a la mítica sala madrileña saltando y gritando sus canciones, ver entre el público tanto amigos como familiares y el hecho de poder crear un entorno tan propio para ellas, vemos a una banda completamente entregada a su público, a sus oyentes y fans eufóricos, que hasta con camisetas personalizadas y banderas a modo de estampilla con la cara de las chicas, agradecían el viernes el gran show que las chicas de Pipiolas y la banda nos dieron de la mano a Inverfest.