Menudo mes de junio gracias a Sharemusic! Primero, el I Love Reggaeton donde pudimos perrear hasta el el suelo con los temas más míticos del género, luego volvimos a los 90s con Love the 90s, y por último, este sábado pasado, regresamos al lugar donde somos felices con la temática de los 2000 en el festival Love the Twenties. Vivimos un viaje al pasado increíble, lleno de momentos inolvidables y mucha nostalgia.
El festival Love the Twenties, celebrado en IFEMA, fue un verdadero paraíso para los millennials. Alrededor de 35.000 personas se dieron cita para revivir la música y los recuerdos de una década que marcó nuestras vidas. La organización de Sharemusic! demostró, una vez más, que saben perfectamente cómo tocar la fibra de una generación. El recinto se transformó en la primera "Ciudad Millennial", con cinco escenarios y más de 70 artistas en directo, ofreciendo 12 horas de música y diversión ininterrumpidas.
Nada más llegar, el ambiente festivo te envolvía. Con una media de edad entre 25 y 32 años, el público sabía comportarse y divertirse en perfecta armonía. La sensación de comunidad era palpable, todos unidos por esos recuerdos que nos transportaban a otra época, pero con una producción actual y espectacular.
El escenario Dance se convirtió en la discoteca más grande de Madrid, donde figuras como Basshunter, Cascada y Safri Duo hicieron vibrar al público con sus icónicos temas. No faltaron los hits de Kate Ryan y Dj Sammy, y el dúo Jumper Brothers animó la noche con una energía desbordante. Cada actuación era un viaje directo a las fiestas de nuestra juventud, con visuales impresionantes y una atmósfera que solo un festival como este puede ofrecer.
En el escenario Pop - Repsol, disfrutamos de actuaciones memorables de artistas como Alizée, Beth y Alex Ubago. Los himnos que marcaron una generación resonaron en nuestras voces mientras cantábamos a todo pulmón. No puedo dejar de mencionar el emotivo cierre de Beth con "Dime", un verdadero himno de nuestra adolescencia. En el escenario Playa, los veranos de nuestra infancia cobraron vida con actuaciones de King África, David Civera y Las Ketchup, mientras que Soraya y Patricia Manterola añadieron un toque especial al ambiente festivo.
Entre actuación y actuación, los DJs nos hicieron revivir momentos épicos de los 2000. De repente, te encontrabas bailando al ritmo de las canciones de "Hannah Montana" o "High School Musical", y era imposible no sonreír y dejarse llevar por la ola de recuerdos. La música no paraba, y cada rincón del festival estaba impregnado de esa magia nostálgica.
El escenario indoor We Love Techno fue la sorpresa del festival. Con grandes nombres como Derrick May y Cristian Varela, los amantes del techno tuvieron su espacio para disfrutar de sets intensos y vibrantes. Misstress Barbara y Dj Rush también destacaron, conectando con el público de una manera única.
Además de la música, el festival contaba con una amplia variedad de foodtrucks, donde podías encontrar desde hamburguesas gourmet hasta opciones vegetarianas y veganas. Las atracciones, como los coches de choque alimentados con energía 100% renovable gracias a Repsol, añadían un toque de diversión extra.
“Vuelve al lugar donde eras feliz” no es solo un lema, es una promesa cumplida por Love the Twenties. Este festival no solo nos permitió revivir los momentos más felices de nuestra juventud, sino que lo hizo con una calidad de producción y una organización impecables. No vi colas interminables ni problemas de logística; todo estaba pensado para que el público pudiera disfrutar al máximo.
Al final del día, mientras las luces se apagaban y el último acorde resonaba en el aire, no pude evitar sentir una mezcla de melancolía y gratitud. Love the Twenties nos permitió volver a un tiempo más simple, donde la música era el centro de nuestras vidas y cada canción era una banda sonora de nuestros recuerdos. Fue un viaje al pasado que, aunque breve, nos recordó por qué esos años fueron tan especiales.
Nos veremos el próximo año, Love the Twenties. Gracias por llevarnos de vuelta al lugar donde éramos felices. ¡Larga vida a los 2000!