19 mayo 2023 - Madrid
Fotografías y redacción: Albert Rodríguez Rodríguez
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Samantha Hudson es… ¿qué es eso? Se preguntan algunos. Pues Samantha es artista, performance y madre de girls and gays, como muy acertadamente ella misma se proclama. Samantha Hudson ya es icono trash del espectáculo español, y ahora nos embelesa con la gira de ‘AOVE’, su último EP, que empezó en el Ochoymedio Club de Madrid el pasado 19 de mayo. Que si bien ya podrían ser las siglas de Atrevida, Obscena, Violenta y Explícita, los tiros van por otro lado.
Bajan las luces del club y la sala se llena de humo. Salen al escenario tres bailarinas casi desnudas, y aparece Samantha, cuál mesías, con un vestido rojo de Adidas, una chaqueta de media manga torera y una peluca rubia con trenzas que no hay por donde cogerla. Empieza el traqueteo y suena ‘Otra Vez’, la canción más sonada del EP, una oda a la noche y a la fiesta en un tono coloquial, porque Samantha te lo cuenta como si estuvieras de charleta con las amigas, pero con una base de house electrónico de fondo. Muy en sintonía es ‘Es lo que hay’, una carta de presentación donde, sin miedo al reproche, grita: “No tengo vergüenza, ni creo que la vaya a tener. Supongo que al final es lo que hay”.
Otra cosa quizá no lo sé, pero personalidad no le falta a “la chica más chula de toda España” (y no miente). Y es que igual que vemos fiesta y comedia en su show, también hay crítica y sátira, como en casi todo lo que hace Samantha Hudson. ‘Burguesa arruinada’ es uno de los
hits más conocidos, y el público de la sala se la sabía de principio a fin, con todo lo que encierra el personaje de la burguesa arruinada de la canción: una vida de falsas apariencias y el ensalzamiento de la resignación de la clase obrera. Sí, amiga, todo esto en cuatro minutos de canción.
¿Qué falta en todo esto? Pues una carta de amor. ‘Vodka Redbull’ es la dedicatoria de amor que todos nos merecemos. Una canción ecléctica que no para de subir hasta romper en un bass de electrónica de los 2000. Para otros quedarán los versos de Paulo Coelho, aquí “I’m for you, esta noche tienes coño de menú”, como bien dice Samantha.
Entre tanto jolgorio, Samantha se tomó un respiro del baile, ya con mucha menos ropa que con la que empezó el show (por no decir ninguna). Se sienta, junto a su pianista, y canta ‘Chicote’, y yo flipo con la voz de tenor que tiene la “chiquitita”, que hace un
mash-up con ‘Siempre que voy a cantar me quedo sola’, lo que es una de las canciones más maquineras convertida en una balada acústica. Una artista polifacética, de los tacones a la peluca.
Samantha cantó tres canciones en exclusiva, que saldrán en sus próximos proyectos, y que se las dedica “a todas las chulas, a mis amigas de las que ya no hay”. Pero el público esperaba una de sus canciones más conocidas y controversiales. Porque aquí “falta una grande y libre”, y con esta fantástica introducción se empieza a cagar en la nación con ‘Por España’, una sátira a lo castizo y las malas lenguas.
Un
show transgresor y divertido. Donde se premia el humor, el libertinaje y las ganas de pasarlo bien. Un espacio seguro, inclusivo y sin tabús. Porque Samantha Hudson es lo más
trash
de una generación que, al final, somos todes.